Ahorrar no basta: la alta inflación hace que invertir se vuelva clave para todo ahorrista, ¿por qué?
El contexto económico y social actual presenta complicaciones para los argentinos y, en medio de un estricto cepo que impide el acceso al dólar, ahorrar es cada vez más difícil e invertir suena a privilegio de las altas esferas. No importa el monto, sostienen los especialistas en inversiones, si importa empezar cuanto antes y no dejar el dinero en un cajón, dado que así, pierde valor minuto a minuto.
Con una inflación local de tres dígitos, y una global que ha demostrado ser difícil de combatir, dejar los pocos pesos o dólares que uno pueda tener guardados en efectivo no resulta la mejor estrategia. Si bien, para las ciencias económicas, “ahorro e inversión a nivel macro son lo mismo”, a nivel personal, el ahorrar saldos, pero no invertirlos es una pérdida de oportunidades.
Ignacio Zorzoli, director de Finanzas del Centro de Estudios Económicos Argentina XXI (CEEAXXI), apunta que la inversión dota de herramientas al individuo para “potenciar el dinero que se puede ahorrar y hacer que crezca, por un lado, pero, por otro, para cubrirse ante escenarios adversos como el actual”.
Inversiones: ¿cómo empiezo?
Lo cierto es que tomar la decisión de dar el paso es complejo. ¿Cómo comenzar? Hay herramientas para todo tipo de inversores, por lo que, en caso de estar evaluando adónde dirigir esas inversiones, sería aconsejable explorar todas las opciones disponibles, el riesgo que se está dispuesto a correr y la capacidad adquisitiva para realizar esa inversión.
Zorzoli destaca que lo importante es perder el miedo al mercado de capitales, Dejar de verlo “como un lugar sombrío donde un grupo de especuladores se aprovecha de las personas” y empezar a interactuar con gente que pueda asesorar a las personas al respecto.
Y agrega: “Existe mucha información de carácter público que puede ayudar al potencial inversor a introducirse en este mundo”. Además, como bien destaca, todas las sociedades de bolsa tienen a disposición ejecutivos de inversiones, que pueden responder “cualquier duda o inquietud de la persona”. Lo recomendable es interactuar con este tipo de asesores lo más posible.
Cabe destacar que, adquirir la mentalidad del inversor es un proceso que lleva tiempo. Por eso, cuanto antes se comience, mucho mejor. Toda inversión conlleva un elemento de riesgo, pero dicha mentalidad puede hacer la diferencia entre lograr una seguridad financiera a largo plazo o ver pulverizar los ahorros, ya sea debajo del colchón o en una caja de ahorro en el banco.
Educación financiera: una herramienta para potenciar los ingresos
Así, tal como destaca Zorzoli, la educación financiera es una herramienta fundamental en el desarrollo personal y “debería ser algo deseable que toda la sociedad cuente con instrumentos de este tipo”.
Esto, según Zorzoli, no solo por los beneficios que reporta a nivel personal, sino también, por las potenciales mejoras que puede otorgar a una sociedad en su conjunto, que más gente invierta sus ahorros en el mercado de capitales, dotándolo de profundidad y desarrollo para que los flujos de dinero ayuden a financiar la economía real.
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