Inflación en alimentos - Informe Especial
En palabras de Hazlitt (1946)[1], “la propia inflación no es en el fondo más que una forma singular de tributación. Quizá la peor, ya que de ordinario exige más de quienes cuentan con menores posibilidades económicas. Pero aun suponiendo que la inflación afectase a todos por igual (lo que nunca puede ser cierto, según hemos demostrado), en tal caso equivaldría a un simple impuesto sobre el consumo que gravara con igual porcentaje toda clase de mercancías, lo mismo el pan y la leche que los diamantes y pieles lujosas”.
De esta frase, podemos deducir la naturaleza de la regresividad de la inflación como un impuesto no legislado, ya que, sin lugar a duda, los mayores afectados son los hogares de menores recursos, que destinan una mayor proporción de sus ingresos a la adquisición de alimentos.
En este informe especial, realizado por nuestra Directora Ejecutiva, Eliana Scialabba, analizamos la inflación en alimentos, considerando una selección de alimentos, bebidas y otros artículos para el Gran Buenos Aires (GBA), realizada por el INDEC en su relevamiento mensual.
Para acceder al informe, hace click aquí.
[1] Hazlitt, H., (1946), "La economía en una lección"